Reseña Histórica

 

El nombre de Santa Luisa de Marillac, enaltece a la escuela, que reconoce en Ella la ilustre labor que realizó en su tiempo por los más necesitados, fomentando la educación e impulsando la promoción, a través de la vivencia de evangelización y la espiritualidad vicentina de las Hermanas de la Compañía de las Hijas de la Caridad. Nuestra escuela comenzó a funcionar el 05 de marzo de 1991 en la población la Pincoya, comuna de Huechuraba, correspondiente a la zona norte de Santiago e identificada por las tomas de terreno del año 1969.

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La Escuela Santa Luisa de Marillac, es fundada a partir del cierre del Colegio con el mismo nombre, ubicado en la comuna de Independencia, proyectándose una vez concluida la asamblea de evaluación de obras, en la cual, la Compañía replantea el servicio de las hermanas en un sector medio y medio-alto, que ya estaba promocionado, para cambiarlo a un sector de extrema pobreza y dar respuesta al Carisma Vicentino, en una opción preferencial por los más pobres. 

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Este cambio se pensó hacerlo paulatinamente, sin embargo las familias, en una actitud de malestar comenzaron a sacar a sus hijas del colegio y es así, que la Compañía decidió cerrarlo definitivamente para trasladarlo a la población la Pincoya. Al cerrar el colegio, éste contaba con una matrícula aproximada de 1.200 estudiantes en 25 cursos, para venir a trabajar con 47 estudiantes en 4 cursos y una comunidad educativa formada por 6 profesionales (1 educadora de párvulos, 4 profesores, 1 asistente social) y 2 hermanas. ¡Gran desafío!

La oferta educativa en la comuna no es variada, lo que obliga a los/as estudiantes a emigrar a otras, preferentemente Recoleta e Independencia, para seguir sus estudios de enseñanza media.

Actualmente la comuna cuenta con 88.912 habitantes aproximadamente; en ella se hacen presente diversas creencias y tendencias religiosas y coexisten varios estratos socioeconómicos, alto/medio-alto/medio/medio-bajo/bajo y extrema pobreza; estando ubicada nuestra escuela en el estrato de extrema pobreza.

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En 1995, egresa la primera promoción de octavo año básico, que partió de 4º año básico en la escuela, siendo un orgullo para las familias que un integrante de ésta, pudiera estudiar, ya que, las
expectativas de educación no eran altas; por tal motivo fue un desafío cumplir con los niños(as) y sus familias. De ahí en adelante, se fueron sumando más estudiantes en la continuidad de estudios y con mayores expectativas

En 1997, la escuela se suscribió a la JEC y en la actualidad a la SEP y a PIE, precisamente con la intención de encauzar mejor los esfuerzos educativos y desarrollar en los/as estudiantes, mayor número de habilidades y competencias, para adaptarse a cambios constantes en educación; y sobretodo consolidar en ellos una actitud responsable y crítica, para tener una participación activa, desarrollando valores profundos como escuela católica y como parte de la sociedad.

Como fue creciendo en promoción, se hizo necesario, apropiarse de los avances de la sociedad, especialmente en el área de la tecnología en los centros educativo. Es así que en 1998, el Ministerio de Educación ofrece la oportunidad de participar en la Red Enlaces, la cual fue un desafío para estudiantes y profesores(as).

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La escuela ha sido seleccionada dentro del número 13 de las escuelas con mayor tecnología, ofreciendo a los/as estudiantes la posibilidad de acceder a mejores aprendizajes por medio del
uso de esta herramienta.

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En el afán de expandir y mejorar el ambiente de aprendizaje, es que, en el año 2007, se construyen 4 salas, realizándose la entrega con una significativa ceremonia y así fortaleciendo el espíritu de entregar a los niños(as) las mejores condiciones para su aprendizaje y en donde se sientan felices. Se fortalece el ambiente educativo a partir de una infraestructura especialmente diseñada para cada nivel, salas implementadas con Tics, Biblio-CRA, Patio Techado, Cancha.

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En el transcurso de los años, han liderado la escuela varias Hermanas y también laicos, con el interés de entregar la confianza y de abrir lazos de trabajo colaborativo y a la vez, estar a la par, con los lineamientos de la Iglesia, en la misión de ser educadores católicos comprometidos y promotores de la FE. En estos 31 años de permanencia y de trabajo constante, el CEV, se siente orgulloso por todos los avances, logros obtenidos y por el esfuerzo de Hermanas, Profesores, Colaboradores, Estudiantes y Apoderados.

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